¡El Alzheimer puede encontrar su cura en el sistema inmune!

Más del 99% de los ensayos clínicos realizados para encontrar la cura contra el alzhéimer resultan un fracaso, lo que lleva a cuestionarse si las grandes farmacéuticas están buscando y apuntando sus esfuerzos para encontrar curas en donde no hay. Nuevas investigaciones en ratones han mostrado un nuevo potencial de investigación dentro de la materia: “investigadores que no encontraron los resultados esperados en un ensayo para estudiar el Alzheimer, descubrieron que las células del sistema inmune inventaban conexiones neuronales haciendo con ellas una fiesta completa”.

Este nuevo trabajo, trae descubrimientos sobre lo que ocurre en los estados tempranos de la enfermedad del Alzheimer, según Jonathan Kipnis, un neurocientífico de la Escuela de Medicina de la Universidad de Virginia.

Muchas de las drogas nuevas que se usan, buscan eliminar el péptido Beta-amiloide, el cuál es el principal componente de las placas seniles (depósitos que se encuentran en el cerebro de los pacientes con la enfermedad y bloquean la sinapsis). Las personas con alzhéimer tienden a presentar más de estos depósitos en el cerebro que las personas sanas, sin embargo, no existe relación alguna entre la cantidad de depósitos, el grado de la enfermedad, baja memoria o pobre atención, según Beth Stevens del Hospital de niños de Boston, quién lidera la nueva investigación.


Formación de placas Beta-amiloide que bloquea la sinapsis y se cree que ocasiona el Alzheimer.

Beth Stevens.
Que se investiga en el deterioro cognitivo que muestra el alzhéimer (al menos en ratones que tienen genes que presentan un alto riesgo para la enfermedad), se rastrea un marcador de sinapsis perdido, particularmente en regiones del cerebro que son claves para la memoria, según Beth Stevens. Estas uniones entre células nerviosas son importantes, porque es allí donde los neurotransmisores se liberan para despertar la actividad eléctrica del cerebro.


Stevens ha pasado gran parte de su carrera estudiando los mecanismos sinápticos asociados al sistema inmune que intervienen de forma débil, las sinapsis innecesarias que el cerebro desarrolla durante la maduración desde el vientre hasta la adolescencia, el desarrollo de conexiones que pueden convertirse a largo plazo en conexiones fuertes. En este proceso, la proteína llamada C1q (sistema de complemento en la respuesta inmune) pone en marcha una serie de reacciones químicas que marcan el fin y la destrucción de la sinapsis. Después de que ocurre la señalización sináptica y las células han sido marcadas, las células inmunes del sistema nervioso denominadas microglías (encargadas de la vigilancia del Sistema Inmune) están listas para fagocitar y terminar la sinapsis. Cuando este mecanismo no funciona de manera perfecta durante el desarrollo del cerebro, ya sea en el útero, la infancia o la adolescencia, puede ocasionar desordenes como la esquizofrenia, afirma la investigadora.

Stevens cree también que este mismo mecanismo no funciona de manera perfecta en personas con Alzheimer temprano, ocasionando la destrucción prolongada de la actividad sináptica y el deterioro cognitivo. Usando dos modelos-experimentales de Alzheimer con ratones (cantidades excesivas de la proteína beta-amiloide y ratones sanos con interferencia del desarrollo de la memoria y el aprendizaje) este grupo de investigadores encontró que en ambos ratones se encontraba presente un nivel elevado de C1q en el tejido nervioso, cuando los investigadores usaron un anticuerpo para bloquear C1q a partir de la acción de las células microgliales, la pérdida de sinapsis no ocurrió, como se reporta en la revista Science.

Stevens, sugiere que el mecanismo normal que interviene en el bloqueo de sinapsis durante el desarrollo, de alguna manera se enciende de nuevo en el cerebro adulto con la enfermedad de Alzheimer, trayendo consecuencias muy peligrosas para los individuos. En lugar de desarticular la sinapsis, las células microgiales están fagocitando sinapsis, cuando se supone que no deben realizar dicho proceso.

Células microgliales, técnica fluorescencia.

El grupo investigador ahora está enfocado en drogas que puedan bloquear la C1q y detener el deterioro cognitivo. Para poder determinar los niveles de Beta-amiloide que pueden causar un mal funcionamiento en el complejo sistema C1q. Los investigadores también inyectaron una forma de la proteína que buscaba generar placas al interior del cerebro de ratones normales y ratones denominados Knockouts que no podían producir Cq1 por una mutación genética. Los ratones normales expuestos a la proteína perdieron mucha actividad sináptica, mientras que los ratones knockouts no se vieron claramente afectos. Además, las células microgliales solamente fueron tras la sinapsis luego de que la Beta-amiloide estuvo presente, lo que sugiere que la combinación de proteínas y C1q es lo que destruye la sinápsis, raras veces cada uno de los elementos por sí solos. Los investigadores sugieren que las moléculas inflmatorias denominadas citoquininas, también pueden intervenir en este sistema.

C1q


Las recientes investigaciones contradicen las teorías anteriores en las que se creía que el aumento de las células microgliales y la actividad de C1q eran simplemente parte de una reacción inflamatoria contra las placas de Beta-amiloide. Parece ser que las células microgliales cumplen un papel importante en relación a las placas betamiloides. Steves y otros coautores de la investigación son accionistas de Annexon Biosciences, una compañía de biotecnología que próximamente empezará a realizar pruebas de seguridad en humanos para demostrar el uso del anticuerpo que bloquea a C1q, conocido como ANX-005.


El papel central de las células microgliales en el Alzheimer es aún controversial. Es realmente complejo el mecanismo de señalización en la sinapsis y aún falta evidencia del comportamiento entre C1q, las células microgliales y el desplazamiento de las Beta-amiloides.


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