¿Qué es el Alma? Entender el concepto de alma, o
lo que queda en la expresión humana. Solemos utilizar la palabra sin un sentido
profundo, sin un sentido claro y mucho menos entendiendo el concepto real de lo
que puede significar la palabra “alma”.
Desde la antigüedad, los
filósofos han utilizado el concepto de alma para referirse a algo etéreo e
intangible. La palabra alma, que surge del latín anima, hace referencia a la entidad inmaterial que puede poseer
cualquier ser vivo. El término ha sido usado ampliamente por diferentes
culturas y grupos religiosos, probablemente ha transcendido la escala humana
debido a la necesidad de entender una existencia luego de la muerte.
En encuestas e investigaciones
(Alemania 2015) es común encontrar que el 70% de las personas creen en la
existencia del alma, y un 40% de dichos encuestados sostienen la creencia de la
vida después de la muerte. Sostienen los investigadores que la creencia en el
alma no depende únicamente de las creencias religiosas, y surgen grandes preguntas
para el entendimiento de la visión humana sobre este tema ¿se trata de una
tradición antigua que pronto desaparecerá? ¿Se debe a la necesidad humana de
poseer una instancia duradera que transcienda y de identidad? ¿Cuál es la
diferencia entre creer o no creer en el alma?
Un equipo de investigadores de la
Universidad de Bristol, durante el 2012, estudió la percepción que tienen los
niños de cinco y seis años de edad sobre el tema. Utilizaron para su
experimento un hámster y la habilidad de los niños para familiarizarse con una
mascota, mientras los niños interactuaban con el hámster, los investigadores
les contaron curiosidades sobre el animal, les dijeron que el corazón del
animal era azul y que tenía un diente partido. Preguntaron a los niños si querían
hacerse amigos del hámster y que luego de hacerse amigos deberían contarle al
animal las actividades que habían hecho ese día antes de conocerlo. Luego de cierto tiempo de interacción, les
dijeron a los niños que podían duplicar o clonar el hámster para que tuvieran
otro amigo. Preguntaron a los niños si creían que el clon tendría un corazón
azul y un diente partido. Lo que descubrieron en el experimento de los niños,
era más sencillo entender que se duplica el cuerpo, pero que la mente de los
ratones sería diferente.
En el 2014 investigadores de la
universidad de Otago en Florida, diseñaron un experimentos con un público
joven, en el cual, presentaban una obra sobre un ratón que escapaba de casa, se
perdía y finalmente, terminaba en el estómago de un cocodrilo. Luego de la obra
encuestaron a los niños sobre lo que pasaría con el ratón luego de muerto ¿Es
posible que el ratón muerto siesta dolor? ¿El ratón podría tener sed o hambre?
¿Podía ver? ¿Funcionaría aún el cerebro? ¿Tenía miedo del cocodrilo? ¿Sabía que
estaba muero? ¿Sentía nostalgia?
Los niños de cuatro a seis años
dieron la capacidad de inmortal al ratón. Tres de cada cuatro niños asumía que
el ratón muerto deseaba volver a casa. El 96% afirmaba que el ratón aún quería
a su madre. Lo sorprendente fue que también encuestaron a los papás, y el 40%
de los adultos pensaban que el animal sabía que estaba muerto.
Esto es posible, como lo explica
la filósofa Manuela di Franco, de la Universidad de Cambridge, debido a la
creencia de que los estados mentales pueden tener continuidad tras la muerte,
en un concepto de alma. También al alma solemos adjudicarle características,
capacidad de separarse, profundidad, localizarse en un espacio. Dualismo del
cuerpo y la mente, y la existencia de la mente sin cuerpo, en el alma, parece
ser la explicación con concebimos en esta postura.
También surge la idea de que el
alma es la expresión de la necesidad del ser humano de transcender en el tiempo
de permanecer. Surge como la esperanza a no desaparecer luego de que el cuerpo
termine su ciclo vital.
Otra corriente o postura, coloca
al alma como el conjunto de capacidades mentales, que en perspectiva crea el
conocimiento y transciende en el tiempo cuando este se comunica de forma verbal
o escrita.
La noción de alma puede variar,
según las posturas, según las creencias, según las edades, según la formación
académica. Lo que para la filósofa Katja Crone solo parece cierto, es que como
humanos no debemos por ningún motivo abandonar la noción clásica de alma, ya
que estas creencias son flexibles y se transforman con el tiempo.
Fuente:
Adaptado. Investigación y
ciencia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario